El despertar
El despertar
González Guirado, Silvia

EAN: 9788415149309
Editorial: Play Attitude
Nº Páginas: 114
Fecha edición: 2012
Materia(s): Novelas gráficas: Literarias y memorias
Disponible en tienda
CAPÍTULO 1: DESEOS
Griselda y Bella eran personajes de cuento, hijas de la mente de un escritor de relatos que percibió el potencial de ambas mientras las plasmaba en palabras. Sin embargo, como suele ocurrir en el mundo de los cuentos y la imaginación, hay personajes que, al ser creados, desde la primera palabra toman personalidad propia y deciden coger las riendas de su propia existencia. Y eso les ocurrió a estas dos princesas.
Bella y Griselda, Griselda y Bella, eran las dos princesas de un cuento tradicional y, aunque el autor les había otorgado un carácter, ellas estaban cansadas de hacer aquello que siempre les mandaba su escritor. Ya sabéis, Bella era la princesa hermosa, de anaranjados tirabuzones y de apariencia sensata y delicada. Griselda, por el contrario, era la princesa triste y melancólica que vivía apenada entre las páginas de aquella historia. Sin embargo, intuían que ellas eran algo más. Ambas se sentían tan disconformes entre lo que sentían y lo que les obligaban a sentir que las dos compartían un mismo sueño. En muchas ocasiones, Griselda había imaginado junto a Bella cómo sería Mundo Real, aquel lugar donde las personas eran tal como deseaban, sin que hubiera un escritor malvado -o al menos, un poco obstinado con los típicos cuentos- que les dictara su destino. Y era tal la curiosidad que un día Griselda le planteó el tema a su compañera, la deslumbrante Bella.
-¡Agobiada estoy de estar metida entre estas palabras! ¡Imagínate cómo será cuando ya estemos entre las guardas y páginas a color! ¡De allí no habrá escapatoria! Por muy bonitas que sean, ya me conozco de memoria mi propia historia y sé cuál es el destino que me espera: casarme con un príncipe cualquiera. ¿Por qué no podemos soñar con conocer Mundo Real?
Y Bella no contestó, pero ni siquiera hizo falta porque, solo con la mirada, Griselda entendió que su amiga y compañera del alma estaba más que dispuesta a emprender una aventura para conocer qué había más allá.
Durante semanas prep